En un marcado acto de apoyo y conciencia social, el emblemático puente San Pablo de Cuenca ha servido de lienzo para mostrar una gran bandera de Palestina este sábado, un gesto simbólico de solidaridad hacia el Estado de Palestina tras la reciente invasión de Israel, que responde a un atentado terrorista atribuido a Hamas en octubre de 2023.
La acción ha sido única y llamativa, situando la disputa en uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad, conocido por sus vistas a las famosas Casas Colgadas. La movilización ha sido organizada por el grupo ‘Cuenca con Palestina’, que ha tomado la responsabilidad de aglutinar el apoyo en la capital conquense hacia la causa palestina.
No es la primera vez que este grupo ha realizado actos semejantes. Anteriormente, han manifestado su solidaridad con el pueblo de Gaza mediante la instalación simbólica de misiles en el tradicional belén navideño situado en la Plaza de Hispanidad. Este hecho buscaba una comparación directa con los bombardeos sufridos por el territorio palestino. Asimismo, se han involucrado en otros proyectos con un marcado carácter activista, como la creación de un mural en el Campus de la UCLM, el cual emula la obra Guernica de Picasso pero teñida con los colores de la enseña palestina.
Durante esta última demostración de apoyo, además de desplegar la bandera sobre el puente, los miembros de la iniciativa ‘Cuenca con Palestina’ se fotografiaron con ella junto a carteles con el nombre de la ciudad, buscando incidir aún más en la conexión emocional y política de la comunidad local con Palestina.
El acto pretende ser un llamado a la memoria sobre las graves consecuencias del conflicto: más de 35.000 víctimas mortales y una población que padece asedio, se enfrenta al hambre y a la escasez de recursos básicos como agua potable y asistencia médica.
El colectivo expresa con contundencia su posición ante el actual contexto mundial: “Estamos viviendo uno de los momentos más oscuros de la historia moderna y que es imperativo que las administraciones y gobiernos tomen acción y pongan fin al comercio de armas y a las relaciones con Israel”. Con estas palabras, condenan el papel de las potencias y reiteran la necesidad de una intervención global que priorice los derechos humanos y busque una solución pacífica y justa al conflicto que vive Palestina.