Este jueves, la Audiencia Provincial ha juzgado a S.P.Z. por un caso de violación ocurrido en Cuenca, donde el procesado había engañado a la víctima, ofreciéndole un trabajo como cuidadora. Durante el juicio, S.P.Z. ha admitido los hechos y ha aceptado la pena solicitada por la acusación, que asciende a trece años de prisión.
Los hechos se remontan al 18 de diciembre, cuando S.P.Z. contactó con la víctima a través de WhatsApp, proponiéndole que cuidara de su madre. La mujer, que se desplazó desde Madrid, se encontraba en la casa del acusado tras compartir una cena. Una vez en el domicilio, la víctima le preguntó sobre la madre a la que iba a cuidar, pero S.P.Z. respondió que debía quedarse a dormir a la espera de su llegada.
En un giro alarmante de los acontecimientos, S.P.Z. llevó a la mujer al dormitorio, le quitó los zapatos y comenzó a desnudarse, así como a quitarle la ropa a ella, a pesar de su negativa. A pesar de los reclamos de la víctima de no querer mantener relaciones sexuales, el acusado procedió a agredirla sexualmente.
El relato de la víctima continuó con nuevos intentos del procesado de forzarla a practicarle sexo oral, lo que ella volvió a rechazar. En ese momento, S.P.Z. la sometió y la violó, eyaculando finalmente.
A la mañana siguiente, el acusado llevó a la víctima a una zona poco transitada, donde insistió en que le realizara una felación, a lo que ella se negó nuevamente. Finalmente, la mujer logró regresar a Madrid en autobús, donde pudo hacer la denuncia correspondiente.
El procesado ha reconocido su culpabilidad en estos hechos, que constituyen un delito de violación según los artículos 178, 179 y 180.1.4º del Código Penal. S.P.Z. aceptó la pena de trece años de prisión, junto con ocho años de libertad vigilada, una prohibición de comunicación durante dieciséis años y una indemnización de 10.000 euros a la víctima por concepto de responsabilidad civil. La conformidad se alcanzó antes de entrar en la sala, sin reducción en la pena propuesta por la Fiscalía.