En la provincia de Cuenca se han registrado más de 700 casos de aves rapaces electrocutadas en los últimos diez años. Entre ellas, destacan 22 ejemplares de águila imperial ibérica fallecidas entre 2018 y 2024, una especie catalogada en peligro de extinción. Esta cifra representa un mínimo, ya que muchas líneas eléctricas no se inspeccionan de forma rutinaria para detectar mortalidad de fauna.
La asociación ADENSVA solicitó el año pasado al servicio de Medio Ambiente de Cuenca un informe sobre las aves rapaces electrocutadas que habían sido contabilizadas en los últimos años. Los datos recibidos, que abarcan el periodo 2015-2024, confirman una situación preocupante: más de 700 ejemplares electrocutados, con especial incidencia en el caso del águila imperial ibérica.
La mortalidad por electrocución está limitando el proceso de recolonización de esta especie emblemática en la provincia, pese a que se han detectado avances en áreas con abundante presencia de conejo de monte, su principal fuente de alimento. Sin embargo, la coincidencia de estos hábitats con tendidos eléctricos de diseño peligroso —considerados ilegales según la normativa vigente de conservación y seguridad industrial— está provocando una elevada tasa de mortalidad.
De no existir este grave problema, es probable que el águila imperial ibérica ya se hubiese expandido como especie reproductora hacia provincias del levante español, lo que demuestra el fuerte impacto que estos tendidos suponen para su recuperación.
Ante esta situación, ADENSVA ha solicitado a la Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla- La Mancha conocer si se ha actuado para corregir con urgencia la totalidad de las líneas con apoyos peligrosos donde se han electrocutado los ejemplares de esta y otras especies de aves protegidas.
Otras águilas también afectadas por el problema, en número no desdeñable en la provincia, son el águila culebrera (35 ejemplares), el águila real (41 ejemplares), el águila calzada (32 ejemplares) o el águila perdicera, también en peligro de extinción en la región con tres ejemplares.
Es igualmente llamativo el número de rapaces medianas indeterminadas recogidas (31 ejemplares), pues se trata de cadáveres ya deteriorados y cuya especie no ha sido identificada, entre este grupo podrían encontrase más ejemplares en peligro, como el águila perdicera. Otra especie en peligro de extinción, el Milano real, también está muy notablemente afectado (21 ejemplares).
Las aves rapaces halladas muertas con más frecuencia son el ratonero común (230 ejemplares), el búho real (157 ejemplares), el azor (47 ejemplares), además del buitre leonado (91 ejemplares). Otra especie frecuentemente electrocutada es la cigüeña blanca con 159 ejemplares. También se han encontrado, entre otras aves, la cigüeña negra (en peligro de extinción) o de buitre negro, escaso en la provincia.
Ante estas cifras alarmantes, se desconoce qué va a hacer la Consejería de Desarrollo Sostenible, para atajar de manera drástica y con premura esta lamentable pérdida de biodiversidad evitable.
La consejería oculta la información de la mortalidad de aves en parques eólicos
ADENSVA viene solicitando reiteradamente a la Consejería de desarrollo sostenible conocer los datos existentes de mortalidad de aves en los parques eólicos en la provincia; instalaciones en las que la experiencia muestra que es frecuente que acumulen una mortalidad importante de aves. En este caso, las muertes se producen por colisión contra las aspas de los molinos.
Las reiteradas peticiones de información ambiental que ha realizado ADENSVA a este respecto no han sido atendidas o han sido contestadas con información muy escasa y sesgada hasta el punto de ser prácticamente inútil; incumpliendo con ello la Consejería su obligación legal de dar acceso a la información ambiental solicitada, conforme al Convenio Aarhus y la Ley 27/2006, de 18 de julio. Por ello, ADENSVA ha recurrido ante los Tribunales al objeto de que la administración cumpla sus obligaciones. En el caso de las aves rapaces, uno de los hechos determinantes para que un parque eólico acumule cifras altas o muy altas de mortalidad es – como en el caso de las electrocuciones- que se haya instalado en una zona donde el conejo de monte sea abundante o muy abundante; circunstancia que se da en distintas de estas instalaciones industriales en la provincia de Cuenca.