La Asociación de Industrias Vitivinícolas Europeas (AIVE) ha emitido un duro comunicado en el que critica la falta de apoyo del Gobierno de Castilla-La Mancha hacia una destilación de crisis para los vinos tintos. Según AIVE, esta medida ha sido implementada con éxito en regiones como Extremadura, La Rioja, Cataluña y Francia, y ha logrado mejorar la situación de la uva tinta.
El presidente de AIVE, Lorenzo Delgado, afirma que la Junta ha abandonado al sector vitivinícola de Castilla-La Mancha al no tomar ninguna medida para contrarrestar el descenso de precios de la uva tinta. Además, lamenta que las organizaciones agrarias y Cooperativas Agro-alimentarias no han respaldado la destilación de crisis, a pesar de que los precios de los mostos y vinos tintos están estancados.
Delgado señala que se busca culpabilizar a las bodegas que compran uva de los viticultores, sabiendo que las cooperativas están exentas de cumplir la Ley de la Cadena Alimentaria. Esto provoca que las cooperativas vendan sus productos por debajo de los costes de producción, generando una competencia desleal que perjudica al sector vitivinícola en su conjunto.
Ante esta situación, AIVE propone soluciones y solicita una vez más la destilación de crisis para el año 2024. Esta medida voluntaria buscaría desbloquear el problema persistente de los vinos tintos y recuperar la cuota de mercado perdida en los últimos años. La propuesta de AIVE establece que los precios de la destilación deben estar por encima de los costes de producción, entre 50 y 60 céntimos por litro de vino tinto.
Asimismo, AIVE plantea que los alcoholes vínicos de primera calidad obtenidos durante la destilación deben destinarse para uso alimentario, prohibiendo completamente la entrada de alcoholes que no provengan de la uva. También se propone que el vino destinado a la industria sea exclusivamente utilizado para la fabricación de disolventes y combustibles.
En resumen, AIVE critica la falta de apoyo del Gobierno de Castilla-La Mancha hacia la destilación de crisis, afirmando que esta medida es necesaria para frenar el descenso de precios de los vinos tintos y recuperar la cuota de mercado perdida. La asociación propone soluciones, como la destilación voluntaria con precios por encima de los costes de producción y la prohibición de alcoholes no procedentes de la uva. Con estas medidas, AIVE busca evitar la competencia desleal y el perjuicio económico en el sector vitivinícola.