El pasado lunes, 13 de mayo, la ONCE dedicó su cupón a un doble aniversario que marca la espiritualidad y la cultura del municipio de Belinchón, en Cuenca. La Parroquia de San Miguel Arcángel y la venerada figura del Cristo Arrodillado de Belinchón alcanzan un hito con su V Centenario, motivo por el cual cinco millones de cupones llevan impresas imágenes alusivas a estas emblemáticas entidades.
La presentación del cupón se llevó a cabo el sábado, en un acto que contó con la participación de Javier Hernández, delegado de la ONCE en Castilla-La Mancha, y Jesús López, alcalde de Belinchón. Ambos destacaron la importancia de la historia y tradiciones de la localidad.
La iglesia parroquial de San Miguel Arcángel cuenta con una historia que se remonta a finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI. El edificio, que fue declarado Patrimonio Nacional de Bellas Artes en 1972, se construyó sobre los cimientos de una antigua fortaleza árabe y posee una estructura influenciada por las iglesias columnarias del Priorato de Uclés, con elementos del gótico tardío. Según la nota de prensa de la ONCE, la iglesia se caracteriza por su planta de salón de una sola nave, dividida en cuatro tramos, sin crucero. Las bóvedas de arista se apoyan en seis imponentes columnas circulares, dándole un sentido de magnificencia y amplitud que se ve acentuado por el revestimiento en estuco blanco de paredes y bóvedas.
A la par de su arquitectura, el Santo Cristo Arrodillado es pieza central del fervor religioso de Belinchón. La imagen se convierte en el núcleo de las festividades locales donde se celebra la Danza de Belinchón, una serie de danzas rituales ejecutadas por personajes tradicionales, como el ‘Porra’ o ‘Botarga’, el ‘Castañuelón’, y ocho danzantes. El ‘Porra’ o ‘Botarga’ es quien dirige el baile y es reconocible por su traje arlequinado verde y rojo y una porra que lleva consigo. Por otro lado, el ‘Castañuelón’ actúa como alcalde de la danza, con indumentaria que incluye una banda cruzada y un sombrero militar, y es responsable de mantener el orden y solicitar permiso para empezar el baile. Los ocho danzantes, todos ellos ataviados también de modo tradicional y colorido, completan el cuadro de esta ancestral expresión cultural.
Este evento es una muestra más de cómo la ONCE contribuye a la difusión y valoración del patrimonio histórico y cultural español, utilizando su amplia red de cupones como plataforma para alcanzar a millones de personas y compartir así la riqueza cultural que define a los numerosos pueblos y ciudades del país.
