La Asociación Nacional de Productores y Comercializadores de Ajo (ANPCA), con sede en Las Pedroñeras, Cuenca, ha dado a conocer su Plan Estratégico para el Sector del Ajo Español 2024 en el marco de su Asamblea General. En este plan, la asociación ha establecido tres grandes objetivos con miras a perfeccionar la producción, la mejora de los procesos en las instalaciones y el control de factores externos que puedan influir en la calidad del producto.
El presidente de ANPCA y CEO de SAT Pregrin, Juan Salvador Peregrín, ha enfatizado la meta de la organización para reposicionar al ajo nacional en un lugar prominente a nivel europeo e internacional, haciendo énfasis en los estándares de calidad y seguridad que han caracterizado al ajo español en años anteriores. Peregrín ha puntualizado que para alcanzar tales estándares, es crucial controlar todos los parámetros desde el inicio, empezando por la semilla y su cuidado, lo cual sentaría las bases para obtener un producto de alta calidad.
Respecto a los procesos internos, el presidente subrayó la importancia de implementar protocolos que aseguren que el ajo mantenga su excelencia durante toda la cadena de suministro, desde la cosecha hasta el consumidor final.
En la asamblea también se trataron cuestiones relevantes para el sector, como la necesidad de estar al tanto de los acuerdos bilaterales de libre comercio que la Unión Europea concierte con países terceros, la situación actual del sistema de seguro agrario en España, los desafíos laborales recurrentes, la lucha contra el fraude y la garantía de la correcta comercialización del ajo para proteger al consumidor. Además, se mencionó la intención de ANPCA de solicitar frente a la D.G. Taxud de la Comisión Europea una clarificación de los códigos Taric aplicados a la importación del ajo en la UE.
Sin embargo, no todo ha sido positivo en el panorama del ajo español. Datos expuestos en la reunión muestran un descenso superior al 30% en la superficie de cultivo del ajo morado en las dos últimas campañas, respecto al año 2022, una cifra preocupante que revela las dificultades que enfrenta el sector.
El secretario de ANPCA, Jose Carlos Arroyo, identificó varios problemas que están afectando el cultivo del ajo, como el aumento en los costes de producción, las problemáticas en el acceso al agua, la escasez de mano de obra, y las políticas agrícolas que complican el acceso a tierras de cultivo. A pesar de estos desafíos, Arroyo ha recalcado el papel crucial que juega el cultivo del ajo en la dieta mediterránea, en la economía rural y en la generación de empleo.
ANPCA aprovechó para destacar su estrategia conjunta con Francia e Italia de solicitar a la Comisión Europea que las autorizaciones de nuevas materias activas para la defensa fitosanitaria del cultivo se tramiten por zonas de Límites Máximos Residuales, en lugar de hacerlo por países.
Con 65 empresas comercializadoras asociadas y casi 1.800 productores, ANPCA se posiciona como la mayor asociación europea de productores y comercializadores de ajo, representando más del 80% del producto comercializado en España y el 65% en Europa, manejan una superficie asociada de 10.215 hectáreas y comercializaron más de 220 millones de kilos en la última campaña.