Las jornadas de memoria histórica en Cogolludo han permitido a los asistentes revivir las crudas trincheras de la Guerra Civil española y conectar con relatos profundamente humanos que resuenan a través del tiempo. Recientemente, más de un centenar de personas participaron en las II Jornadas sobre la Guerra Civil organizadas por la Sociedad de Amigos de Cogolludo (SADECO), un evento centrado en la reflexión objetiva y sin inclinaciones políticas, destacando la importancia de la cultura local y la recuperación del patrimonio como ejes del encuentro.
César Pérez, presidente de SADECO, inauguró el evento subrayando la necesidad de preservar la memoria histórica con precisión y neutralidad. Durante las jornadas se recopilaron testimonios y se realizaron investigaciones con el objetivo de entender el pasado sin prejuicios.
Uno de los momentos más impactantes fue la conferencia del coronel José Romero, quien ofreció un detallado análisis sobre la campaña militar en el valle del Henares. Explicó cómo se estabilizó el frente en la línea Cogolludo-Jadraque-Almadrones tras los combates de marzo de 1937, corrigiendo falsos mitos sobre la entrada de las tropas nacionales en Cogolludo. Romero destacó la relevancia de esta región en el contexto de la guerra, a menudo opacada por otros eventos del conflicto.
Otra intervención notable fue la de Alfonso López de la Asociación Histórica Frente de Guadalajara, quien abordó la «Sacrofobia y anticlericalismo, verano caliente de 1936» subrayando la violencia y destrucción patrimonial religiosa en España al inicio de la guerra. López propuso convertir la iglesia de San Pedro en un recurso cultural que resalte su estado desde la guerra como un atractivo educativo y turístico.
El destino de la iglesia de San Pedro, con sus impactos de balas y su historia como cuartel y cárcel, fue un tema central. El alcalde de Cogolludo, Juan Alfonso Fraguas, propuso su recuperación como museo de la Guerra Civil, contribuyendo tanto al turismo como a la reflexión histórica.
La programación incluyó visitas a trincheras y observatorios de guerra en Cogolludo, así como diversas conferencias sobre los vestigios del conflicto en la provincia. Carolina Peña Moreno presentó las vivencias de soldados mallorquines, revelando cartas que describían la vida diaria en el frente y los lazos afectivos con las familias de Cogolludo, perdurando más allá de la guerra.
Además, se presentó el libro «Pere Pahisa. Diario de guerra (1936-1939)», profundizando en la experiencia de un joven soldado catalán. La obra, emotiva y sin juicios políticos, ofrece una visión íntima del conflicto y el cariño hacia la comunidad de Cogolludo.
Las jornadas culminaron con un coloquio que enriqueció el debate sobre las experiencias de la guerra, dejando una experiencia llena de emociones y reflexiones sobre este capítulo histórico. César Pérez concluyó el evento llamando a conservar y recuperar la memoria y el patrimonio de Cogolludo, destacando la iglesia de San Pedro como un símbolo que merece ser protegido y reconocido como Bien de Interés Cultural. Estas jornadas han demostrado el interés del público por conocer más sobre su historia local y su vigencia en la memoria colectiva.
