La música gallega inundó el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha (MUPA) en una velada inolvidable marcada por la emoción, la entrega del público y la fuerza de la tradición celta. El grupo Luar Na Lubre protagonizó uno de los momentos más intensos de la decimocuarta edición de Estival Cuenca, dejando una estampa imborrable en el escenario Solán de Cabras.
El veterano grupo gallego ofreció un repertorio amplio y vibrante que encandiló a los más de 400 asistentes, que respondieron con entusiasmo y devoción a cada acorde. A pesar de una ligera amenaza de lluvia, el espectáculo se desarrolló con total brillantez. El momento más emotivo llegó con la entrega del Premio Solán de Cabras a Bieito Romero, fundador y alma del grupo, de manos del representante de la marca, Julio Navarro.
Durante la interpretación de «Chove en Santiago», cantada por Cristina López, el viento y unas pocas gotas parecieron poner en duda la continuidad del concierto. Sin embargo, el temporal dio tregua, y Cuenca se rindió a los cánticos del norte. La comunión entre público y artistas alcanzó su punto álgido en los bises finales: la interpretación de «Au pasar pola co» iluminó el MUPA con cientos de linternas de móvil alzadas en el aire, evocando los antiguos mecheros de los conciertos de otra época.
La participación del público fue total, con las gargantas coreando temas como «Nau», que sirvió de preludio a «La Gitana», canción con la que Luar Na Lubre puso el broche final a un concierto inolvidable. La ovación fue unánime.
La noche no terminó ahí. Tras un intenso trabajo de reorganización técnica, el escenario acogió el debut en Estival Cuenca del grupo conquense-madrileño Cuélebre, que aportó su toque místico y ancestral con una propuesta sonora única que redondeó una noche que bien podría haber tenido lugar en otra era.
Una vez más, Estival Cuenca confirma su capacidad para fusionar patrimonio, música y emoción en un entorno único, haciendo de cada edición una experiencia que perdura en la memoria.