Las lluvias registradas en las últimas semanas han devuelto el caudal al río Cigüela en su paso por Herencia (Ciudad Real), uno de los enclaves históricos y naturales más característicos del entorno de la Mancha Húmeda. El fenómeno, que no pasa desapercibido entre los vecinos, ha sido recibido con emoción por quienes ven en este cauce más que agua: un símbolo de identidad, infancia y naturaleza viva.
Uno de ellos es Alfonso, vecino de la localidad y aficionado a la meteorología, quien compartía recientemente su experiencia en redes sociales:
“Este es mi río preferido, el río Cigüela. Me fui andando hasta él para verlo. Está precioso. Cuando era pequeño iba a coger cangrejos allí… y seguiré yendo a verlo”.
El Cigüela: eje fluvial de Castilla-La Mancha
El río Cigüela nace en la Sierra de Altomira, en la provincia de Cuenca, y recorre parte del corazón de Castilla-La Mancha atravesando las provincias de Cuenca, Toledo y Ciudad Real. Aporta caudal de forma determinante al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, junto con el Guadiana, configurando uno de los ecosistemas más emblemáticos de la península Ibérica.
Su curso, de más de 200 kilómetros, forma parte de la red hidrográfica de la cuenca del Guadiana y representa una pieza clave en la conservación del patrimonio natural de la región, especialmente en años de sequía donde su caudal suele reducirse de forma drástica.


En Herencia, el Cigüela discurre al noreste del municipio, cerca de parajes tradicionales como La Pedriza y el Puente Alto, donde la población local suele acudir para contemplar su caudal en épocas de lluvias intensas. Su recuperación, aunque estacional, genera un fuerte impacto emocional y visual, activando la memoria colectiva de quienes lo vivieron en plenitud décadas atrás.
Agua, biodiversidad y sostenibilidad
La recuperación del caudal del Cigüela representa también una buena noticia para la biodiversidad local, ya que facilita el regreso de aves migratorias, mejora la conectividad ecológica de los humedales manchegos y contribuye a mantener el equilibrio hidrológico en una región con alto estrés hídrico.
Además, su valor educativo y turístico lo convierte en un recurso a potenciar dentro de las estrategias de desarrollo rural y sostenibilidad que se promueven desde entidades locales y regionales. De hecho, su protección se contempla dentro del Plan Hidrológico del Guadiana, que reconoce su función esencial para evitar la degradación ambiental del centro peninsular.
Un río que conecta paisaje y emoción
El Cigüela, como reflejan testimonios como el de Alfonso, es mucho más que un accidente geográfico: es un espacio emocional y simbólico que conecta generaciones. Años atrás, era frecuente ver a familias acudiendo a sus orillas para pescar cangrejos o disfrutar de un día de campo. Hoy, su regreso tras las lluvias es una oportunidad para reconectar con esa parte de la identidad manchega vinculada al agua, al paisaje y al respeto por el entorno.
En tiempos donde la sequía y el cambio climático desafían los equilibrios naturales, la imagen del Cigüela fluyendo nuevamente a su paso por Herencia es, sin duda, una postal esperanzadora que recuerda la importancia de preservar y poner en valor los ríos de nuestra tierra.
Fotos de Grupos de Facebook de Herencia.net