El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha realizado un balance sobre la gestión de la reciente crisis del apagón eléctrico en una visita a Cuenca. En su evaluación, García-Page ha instado a España a considerar «un paquete de inversión muy potente» para la ampliación de redes eléctricas que permita «captar la energía que se está produciendo y dar salida a la demanda».
«Es urgente hacer, como en los años ochenta, una gran inversión en la ampliación de redes», manifestó el presidente, enfatizando que es crucial para resolver la actual situación. A la espera de informes de expertos, García-Page también solicitó que no se minimicen los problemas relacionados con la energía, recordando que aún no se conoce la causa del apagón y que es necesario adoptar un enfoque reflexivo sobre la cuestión energética en el país.
El presidente destacó que España está experimentando una transición positiva desde un modelo de dependencia energética hacia uno más autónomo, que, según sus palabras, podría generar más energía de la que la nación necesita en algunos momentos. Sin embargo, advirtió que esto plantea interrogantes sobre si la infraestructura eléctrica está adecuadamente dimensionada para manejar tal producción.
Durante la charla, el presidente mencionó problemas concretos que enfrentan las empresas en Castilla-La Mancha, que se ven limitadas en su capacidad de enganche a la red por falta de autorizaciones, lo que afecta su establecimiento en la región. «Eso es infraestructura pura y dura, y más aún en tiempos de mayor producción energética», subrayó.
En respuesta a la pregunta de si debería considerarse la reapertura de las centrales nucleares, García-Page defendió que un país no debe depender de una sola fuente de energía y abogó por un enfoque diversificado para asegurar un suministro constante.
Finalmente, García-Page hizo un llamado a Red Eléctrica Española y al Gobierno para que realicen «autocrítica» sobre lo sucedido durante el apagón, al señalar que cualquier crisis debe ser abordada con humildad.
En cuanto a su equipo y la gestión de la crisis, el presidente elogió a los profesionales que trabajaron arduamente durante el incidente y reconoció la paciencia de la ciudadanía frente a la crisis, que ha puesto a prueba los servicios de emergencia y ha complicado la comunicación. García-Page enfatizó que su gobierno priorizó la seguridad y la transparencia en la información, evitando la ambigüedad. Además, instó a mantener una coordinación efectiva entre administraciones y evitar el ruido político mientras se afrontaban estos desafíos.