Junta reforzará la vigilancia en Chorreras de Cuenca y llama a la responsabilidad para respetar la prohibición de baño

La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha reforzará la vigilancia en el monumento natural de Las Chorreras del Cabriel, entre los términos municipales de Víllora y Enguídanos en la provincia de Cuenca, al tiempo que apela a la responsabilidad de los visitantes para respetar la prohibición del baño existente en el monumento.

En declaraciones a Europa Press, el delegado de Desarrollo Sostenible en la provincia, Rodrigo Molina, ha recordado que en este monumento natural ya se reguló el tráfico que podía entrar a la zona, con 48 coches por cada uno de los dos aparcamientos que hay, y que ahora está en trámite la regulación del aforo máximo diario.

«Posiblemente, cuanta menos gente acceda al monumento menos accidentes se registren», ha indicado Molina, pero desde Desarrollo Sostenible «tampoco se sabe si yendo menos gente va a haber menos accidentes, porque si hay algún irresponsable que no hace caso a los carteles…».

Por este motivo, el delegado de la consejería en la provincia asegura que «si aún así se siguieran produciendo, se podría llegar a prohibir el baño en toda la zona», un baño que hasta ahora solo está permitido en varias pozas que implican menor peligrosidad, estando señalizadas tanto las prohibidas como las permitidas.

Del mismo modo, para garantizar que se cumplen las normas hay seis ecovigilantes del Ayuntamiento de Enguídanos en la zona, además de contar con vigilancia tanto de Guardia Civil como de agentes medioambientales.

INCREMENTO DE LA VIGILANCIA

«Aún así hay gente que va allí a bañarse, se salta las normas, lleva neveras, lleva sillas», ha explicado Molina, quien además lamenta que los carteles que indican la prohibición de baño «constantemente los están arrancando».

Además, la mayoría de los accidentes están ocurriendo «en una poza donde hay un cartel bien grande que avisa de que está prohibido el baño porque hay cascada de unos siete metros que termina en piedra».

Por ello, la medida que se plantea el Gobierno regional a corto plazo es aumentar la vigilancia en todo el monumento natural tanto por parte de los agentes medioambientales como de la Guardia Civil y los ecovigilantes para ir viendo la evolución.

Además, esta zona es una zona «peligrosa», según Molina, en donde la orografía complicada del terreno unido a la actividad de una central hidroeléctrica en la zona hace que haya ocasiones en las que el nivel de agua pueda subir repentinamente hasta los 2 metros de altura.

«En alguna ocasión esta subida de agua se ha llevado a algún bañista», ha indicado el delegado de Desarrollo Sostenible, quien además ha continuado haciendo un llamamiento a la responsabilidad para que se cumplan las normas.

Un reforzamiento que se va a llevar a cabo todos los días durante el mes de agosto, el que por estadística tiene mayor número de accidentes se registra.

NORMAS DEL VISITANTE

Entre estas normas del visitante del monumento natural están la obligatoriedad de aparcar en los dos aparcamientos habilitados para tal fin y realizar la reserva de aparcamiento, puede haber incremento del causal sin previo aviso por la actividad de la central hidroeléctrica, dentro del monumento natural se deberá circular por el sendero de la izquierda, está prohibido pisar las cascadas así como las zonas donde fluye el agua, el baño únicamente se podrá hacer en las pozas señalizadas y está prohibido hacer fuego y fumar.

Del mismo modo, también quedan prohibidas las sombrillas, sillas, mesas, carros y todo lo que pueda dañar la roca. Las neveras de plástico son desaconsejadas, preferiblemente de tela, y se prohíbe el uso de flotadores, colchonetas y manguitos.

También está prohibido llevar vidrio, verter basura en el medio natural y las mascotas deben ir atadas en todo momento y su baño también está prohibido.

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